10 mar 2024

HABLANDO CON DAVID 2024 - XX

Hoy he vuelto de nuevo a tu hogar, 
desde aquel día en que tú partiste 
y tras ti se marchó la alegría
y su espacio ha sido ocupando
por llantos, por penas que han anidado 
en los corazones que sufren, que lloran, 
que gritan, que rabian, que mueren a solas

y que no comprenden, ni tampoco ignoran. 

Hoy de nuevo llame a tu puerta 
y la puerta tú no me la abriste 
me la abrió el silencio que reina, 
en tu casa desde que partiste, 
Tu casa vacía en silencio, oscura y triste
tu casa que muere, que agoniza 
que el dolor y las penas ya no las resiste.

He entrado de nuevo en tu hogar, 
te llamé, te busqué, mas tú no saliste. 
Tú, ya habías partido, el silencio existe.
Recorrí todos los aposentos, 
no te vi, no te pude a ti encontrar
pues tú allí no vives.
Tú tan solo existes en esos recuerdos
que atesoramos en los corazones
y que los usamos en tantas reuniones.

La tristeza llenaba el espacio
la alegría se marchó de casa,
se marchó ese día de desesperanza.
El ambiente lo llenó el silencio
y de él se escucha, su algarabía
por toda la casa.

Por las mesas y el suelo ya sucio 
se ven olvidadas, ajadas y rotas
muchas ilusiones y su gran derrota,
y los sueños que un día soñaste
y que nunca jamás se cumplieron
se amontonan en sucios rincones
sin ningún consuelo.


Tu hogar ya nunca será 
el hogar que tú conociste, 
el silencio en él reina e impera, 
sobre las penas y el dolor 
que un día sufriste.
Ese dolor y esas penas 
que enquistan las almas.
Penas y dolor que nunca derrotas
ni jamás se les gana batalla alguna
ni de él se obtiene, ninguna victoria. 

Esos rayos de luz que inundaban
de alegría todas las estancias, 
hoy ya triste, vacías, opacas…
carentes de amor, llenas de tristezas
de frío helador y tan melancólicas. 
Son rayos de sol privados de luz y calor 
que alimentan las penas del alma, 
hurgan las heridas y por ellas sangran
y muy poco a poco se nos va la vida.

Tu hogar ha quedado en silencio
la tristeza es su compañera
desde el mismo día en que tú te fueras
y en mi pecho donde antes anidaba 
el amor, la ilusión, la alegría,
se abrió para siempre una gran herida
que jamás se cierra
y por ella, se me va la ilusión y la vida.


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