1 nov 2006

A TODO NUESTROS MUERTOS.

El Teno Alto Tenerife.

Un Día de Los Santos 2006.

Hoy he visto a las gentes cargadas con flores.
Temprano era cuando hoy aunque lluvioso el día la gente montaba en sus vehículos y se dirigían a los camposantos para un año más, visitar las tumbas de sus familiares ya fallecidos.
¿Quién no tiene en su casa un familiar fallecido? Yo sí los tengo y es que a mi edad, es casi ley de vida. Con el paso de los años la lista desgraciadamente es más extensa.
La verdad es que mis familiares fallecidos están enterrados muy lejos y no puedo visitarlos cuanto quisiera. Pero en cada momento están conmigo y siempre van en mis recuerdos.
En el primer aniversario de la muerte de mi padre cuando fui a visitar su tumba me inspiro estos versos. Sirvan los mismos, como homenaje a todos nuestros familiares fallecidos.

EN MIS TUS RECUERDOS

(A mi padre en el primer aniversario de su muerte)
Hoy he vuelto de nuevo a la Ciudad del Silencio,
donde dicen que moran los que ya han muerto,
donde tú hace un año ocupaste un frío aposento.
Volví para hablarte desde mi corazón que te añora
y desde mis recuerdos que de ti están llenos.
Pero sólo encontré una losa muy fría de mármol satinado y negro.
Sobre ella a cincel han grabado tu nombre para mi recuerdo.
De mis ojos brotaron dos lágrimas amargas
que en el viento se fueron fundiendo,
se quedaron prendidas del aire
y nunca jamás llegaron a regar el suelo.
Te hablé desde mi corazón dolorido,
de mis labios palabras de llanto salieron.
En mi corazón escuche tu voz que decía:
.- Yo no estoy aquí, me he ido
y nunca jamás hasta hoy he vuelto
.- Yo no vivo aquí, lo que aquí dejasteis enterrado,
sólo fue mi envoltura, mi corrupto cuerpo.
.- Yo me fui contigo, y en ti hijo mío, yo sigo viviendo.
.- Yo jamás me he ido, yo jamás he muerto.
.- Mientras tú me quieras y pienses en mí,
yo estaré viviendo en tu corazón
y en ti mis recuerdos”.
Lloramos y penamos en los cementerios,
cubrimos las tumbas con losas de mármol,
levantamos encima grandes monumentos,
los cubrimos con llantos y flores,
los recordamos en misas y en rezos,
y nunca pensamos que lo que dejamos,
que lo que dejamos en la fosa fría,
es tan sólo el cuerpo.
Tan sólo, es el embalaje, solo la envoltura,
solo lo caduco, lo perecedero.
Que el Alma no muere, y no puede ser enterrada
en nicho, ni fosa ninguna, tampoco encerrarla
en ningún féretro.
Es imposible que desaparezca lo imperecedero.
Jamás se podrá destruir lo que es etéreo.
Hoy de nuevo volví a tu barrio,
donde reina el más absoluto silencio.
Donde solo se escucha la brisa del aire
al jugar con las cruces de mármol y hierro.
Te llamé y no contestaste a mi voz,
ni a mi llanto callado y sereno.
Es que tú nunca estuviste allí enterrado,
lo que enterramos fue solo tu cuerpo.
Tú vives para siempre en mí,
y donde quiera que voy me acompañas,
en mí corazón y en mí tus recuerdos.
Abadía. 04-02-02.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

YO TAMBIÉN SENTÍ LA ESPINA DE LA MANO DE LAS FLORES MELANCÓLICAS QUE IBAN EN BÚSQUEDA DE SUS RECUERDOS... Y EL CEMENTERIO SE VISTIÓ DE FIESTA... Y LAS FLORES CON SU MEZCLA ALMIBARADA DE COLOR Y AROMA SILENTE... BAÑÓ CON SU RITUAL DE DOS DE NOVIEMBRE EL AMBIENTE... Y COMO TÚ... SENTÍ TAMBIÉN QUE LAS FLORES ERAN PARA LAS MANOS DE QUIEN LAS LLEVABA... Y DESDE ALGÚN ETÉRICO INSTANTE... SUS RECUERDOS HILVANABAN LÁGRIMAS DE RECUERDOS HECHAS NUBES BLANCAS...

UN ABRAZO DE AQUELLOS QUE ACUNAN AGRADECIMIENTO... DE AQUELLOS QUE CALIENTAN CUANDO EL OTOÑO AFUERA AZOTA LA VENTANA...

GRACIAS...

Rodriguezrodri dijo...

Blalih.
Siempre es una alegría encontrarse con un comentario tuyo.
Gracias.