PARA LUZ

Estos versos están dedicados a LUZ. Esa extremeña que me visita en mi casa de la Red. También a todos los extremeños, que por una causa u otra tuvimos que salir de nuestra tierra. Tierra a la que añoramos y cuando pensábamos que podemos retornar a ella, no lo hacemos, pues lo que dejamos en la tierra que nos acogió es más fuerte que los lazos que nos une a Extremadura, en la que ya poco nos queda si nos queda algo que no sea la añoranza y nuestros recuerdos.

Que conste que hablo por mi propia experiencia. Nunca jamás me olvido de mi tierra Extremadura, pero en ella no me queda más que el amor por ella, alguna tumba en el cementerio, mis recuerdos de niñez que son muchos, entre otras cosas.
Un abrazo a todos los extremeños que vivimos lejos de Extremadura.

EXTREMADURA EN EL ALMA

Que no te vean tus ojos,
que estás derramando lágrimas.
Que no sepa nuestra tierra,
que te vas de madrugada.
Se valiente, dile a ella;
que te marcharás mañana.
No te ocultes en la noche,
tampoco con la alborada,
que ella no se merece
que la laceres el alma.
¡Dile!
Que no es que tú no la quieras.
¡Dile!
Que la quieres con el alma.
Pero que tú ya no puedes,
ver; como arrancan sus entrañas.
Que no te vean tus ojos,
derramar nunca una lágrima.
Que Extremadura bien sabe
que la llevas en el alma.
Que tú quieres a tu tierra,
con corazón y esperanza.
Que tú jamás la olvidas
por lejos que estés de España.
Y aunque estemos muy lejos.
Lejos; de nuestra chiquita Patria,
los extremeños llevamos
Extremadura en el alma.
Extremadura la extensa,
a la que le sangra el alma
al ver sus hijos perdidos
por esos pueblos de España.
Extremadura es la madre
que le duelen las entrañas
Porque muchos de sus hijos
laboran lejos de casa.
No llores tu Extremadura.
No derrames tú más lágrimas.
Que tus hijos en el exilo
han hecho grande a España.
Siéntete tú orgullosa de ser madre.
Hembra de fértil entrañas
por parir esos tus hijos;
tu orgullo y esperanza