12 nov 2008

SIERRA DE GUADARRAMA



Muchos poetas han escrito a esta sierra. Desde El Arcipreste de Hita hasta Machado, pasando por Vicente Aleixandre
Arcipreste de Hita. Cerca de Tablada / la Sierra pasada /falléme a Aldara / a la madrugada...
El Marque de Santillana que mostraba su interés por una serrana pastorcilla de Lozoyuela. De guisa la vi / que me fizo gana / la fruta temprana. Otros se hacen eco de la actividad de los bandoleros en esta Sierra. Camino de Guadarrama / caminaba un arriero; / Siete machos lleva cargados / ocho con el cebadero. Y al encumbrar de la sierra / seis ladrones le salieron. Enrique de la Mesa. Camino de Navafria / sube la alegre serrana / golosa fruta temprana, / gala de la serranía. Gabriel Garcia Tassara. Cumbres de Guadarrama y de Fuenfria / columnas de la Tierra Castellana / que por las, nieves y los hielos, cana / la frente alzas con altivez sombría... ¿Eres tú, Guadarrama, viejo amigo / la sierra gris y blanca, / la sierra de mis tardes madrileñas / que yo veía en el azul pintadas?. Vicente Aleixandre. Sobre esta cima solitaria os miro / campos que nunca volveréis por mis ojos / piedra del sol inmensa, eterno mundo / y el ruiseñor tan débil , que en su borde los hechiza. Leopoldo Panero. Camino de Guadarrama / nieve fina de Febrero / y a la orilla de la tarde / el pino verde en el viento. Ocio y senderismo literario por la Sierra de Guadarrama de Eduardo Tejero Robledo . Universidad Complutense de Madrid.

Yo la verdad es que no ha pasado por mi mente compararme a ellos, pues ellos son Poetas (con mayúscula) mientras este que escribe apenas llega a ser un ensartador de palabras. Pero este también está enamorado de Guadarrama y esto le ha permitido tomarse la licencia de escribirle unos humildes versos a Guadarrama.
Estos verso están dedicados a: Agustín y Pilar, Alberto y Elena, Juan y Nieves y Fuensanta, mis sufridos compañeros de senderismo que con una fe casi ciega me acompañaron caminando por los senderos, caminos y trochas de esta linda Sierra madrileña y segoviana, sin protesta alguna. A todos y a cada uno de ellos, gracias por aguantarme. Yo sé bien, que muchas veces es difícil, ya que mi afán por andar y escudriñar cada rincón de los montes, hace que a veces me olvide de los demás y estos sufran en silencio por mi culpa. Por eso una vez más Gracias a todos. Espero que estos humildes versos escrito a manera de desagravio os gusten y os hagan olvidar el cansancio y la fatiga acumulada por mí culpa y os lleven a volver a revivir los buenos momentos pasados caminado por esta Sierra.


GUADARRAMA

Es esta Montaña donde canta el alba
donde habita el frió y la nieve blanca.
A esta Montaña que guardan Leones,
que arropan las mantas de verde de pino
y por almohada tiene duras peñas
de sus altas cimas donde habita el águila.
Es en esta Sierra, donde mora el viento
que tañe su flauta de madera noble de pino
y toca el arpa que tiene sus cuerdas
de ramas de haya.
Es en esta Sierra, donde habla el silencio
y la soledad campa a sus anchas.
En ese silencio que se escucha al alba
se oye el rumor del corzo que bebe el agua
en la fuente de Aldara
y en su cielo azul vuela su real majestad.
Su rey; es el águila.
Cruzan esta Sierra sinuosos senderos.
Senderos que andan entre altos pinos
y frondosas jaras.
Cañadas reales que cruzan España.
Cordeles del Agua que antaño merinas
en tropel hollaban.
Hay anchos caminos que al que anda llevan;
a sus altos picos a sus cumbres altas.
Cimas y picos que caminos y senderos:
Las hacen humanas.
Es en Guadarrama donde el sol al alba
se despereza y peina sus rayos
entre nubes blancas.
Recrea su ego en nieves de plata
que cubre de albo sus cimas más altas.
Ese sol que pinta de bellos colores toda la Montaña
y llena de gozo nuestras humildes almas.
En las noches claras, los rayos de luna
cuelgan en su cuello linda gargantilla
de finos diamantes y perlas de nácar.
Los vientos del Norte de noche cabalgan
por las cumbres altas.
Galopan en silencio, con cascos de plata
muy quedo, muy quedo pa no despertarla.
En estas Montañas canta los arroyos
domando las aguas de las torrenteras
hasta que se amansan.
Sobre pinos verdes donde mora el frío,
y habitan las nubes y nace, cada día el alba,
existe una Sierra doncella y virgen
llena de esperanza:
Sierra madrileña, sierra segoviana;
Guadarrama, llaman.
Antonio Rodríguez Sánchez. San Rafael 3 al 8 de Noviembre 2008

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