12 ago 2011

DESAMOR.


AMAPOLA. (Desamor)


He visto morir de amor a una linda amapola,
en el borde de un trigal.
Ajeno aquel amor se mecía el cereal
con la brisa de la tarde cual las olitas del mar.

Se murió la amapola sola; de penita y de dolor,
pues el trigo vanidoso nunca supo de su amor,
ni reparó en su belleza, ni en su bonito color,
ni admiro su lozanía, ni tampoco su primor.

En el lindero herboso lleno de cardos y avenas
creció aquella amapola que a todos era ajena.
Se mostraba primorosa ante la extensa besana
sembrada de trigo verde ella sencilla y ufana
y observaba en silencio al trigo que ella adoraba,
mientras el trigo ajeno aquel platónico amor
se mecía con la brisa, maduraba con el sol.

La amapola desdichada fue perdiendo su color
sus pétalo se marchitaban y se murió de amor.

Una mañana al alba cuando el sol la despertó
sus pétalos de rojo vivo el viento se los llevo.

El trigo fuerte y gallardo ni siquiera se enteró,
que la amapola no estaba, de ella sólo quedo,
el tallo que la aguantara, su alma muy delicada
y el dolor del corazón.

Segadora, niña guapa, que recorres la besana
nunca te enamores tú del caballero que pase
y te diga “Buenas tarde” mientras sigue adelante.
Pues él sigue su camino, como cualquier caminante
y tú te quedas muy sola esperando a que él;
un día de nuevo pase.

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