DESIERTO

 

DESIERTO, ESTE DESIERTO EN EL QUE VIVO.

 

Las huellas de mis pies sobre la arena ardiente 

de este desierto que es el olvido. 

Desierto donde solo hay caminos de ida 

caminos que no llevan a sitio alguno, 

caminos que tampoco retornan,

que jamás retornan al lugar del cual vinimos.

Perdido, muy perdido camino entre las errantes dunas 

de las ardorosas arenas que no encuentran su sitio,

el viento borra mis huellas, tus huellas, 

las huellas que juntos, muy juntos escribimos.

Estoy, sin ti estoy, estoy yo muy perdido.

Tengo sed de ti, más no encuentro el oasis que yo ansió, 

estoy perdido, sin ti yo no encuentro tu fuente y mi sitio.

Tras una duna, otra duna y después de esta ultima duna 

me encuentro el vacío, el espacio abierto 

donde yo no sé encontrar el sitio que he perdido, 

solo en él yo encuentro el vacío, en el vacío.  

Intente buscar aquel oasis en el que un día me refresque contigo, 

lo busque por todas partes, más solo seguí a un espejismo.

Dunas y más dunas, caminos que no van a sitio alguno, 

oasis con fuentes secas que la arena del desierto 

ocultan y lo hacen pasar desapercibido, 

vientos que borran las huellas que llevo tras de mi 

y las heridas que llevo conmigo mismo.

Contigo te llevaste, todo lo que ansió, también 

cada una de las cosas que yo he sido 

y ahora solo me queda este desierto, 

desierto en el que te busco en el olvido,

desierto por el que deambulo y en el que vivo.