13 dic 2014

LOS GUSTOS DEL CORAZÓN Y DEL ALMA


 TE GUSTA...
Sé que te gusta el roció que se posa suavemente 
en las hojas del rosal y en la hierba ya segada, 
y el olor a tierra seca, a tierra arada y mojada.

Sé que te gusta el frescor de la brisa fina y clara
cuando anuncia, el alba de un nuevo día 
al despertar las mañanas.

Sé que te gustan los arreboles del ocaso 
que en las nubes se desplazan
cuando las tardes caen y el día ya se marcha.

Sé que te gustan los cuentos que te contaban tus ayas
cuentos que cuentan historias de príncipes muy valerosos, 
de princesitas galanas, de brujas feas y malvadas,
de esas hadas madrinas que cuidan de sus ahijadas.

Sé que te gusta mirar el tiempo como resbala
en la esfera del reloj por donde le tiempo se marcha.

Te gusta ver, como las estaciones 
pasan por delante de tu casa,
los días cortos de invierno,
las lluvias finas, templadas
de  esperadas primaveras 
que nunca sabes cuando llegan
ni cuando ellas se marchan,
los días largos del verano,
las hojas de las alamedas
que cubren calles y plazas,
melancolías de otoño 
que emocionan tu alma.

Te gustan las tardes de los inviernos 
tan mustias, oscuras, frías, largas...
Las mañanas de primavera en las que el tiempo cambia, 
de un despertar radiante a una niebla que empapa,
de un día soleado a esa lluvia que se posa
en la hierbas y en las flores y recorre troncos y ramas. 
De los veranos te gustan los días en que el calor aplana
y sus siestas en que todo el mundo descansa.
te gusta a ti del otoño su melancolía innata.

Te gusta de los bosques ver esos árboles que hablan, 
dialogan con la brisa del norte al despertar las mañanas 
y en el caer de las tardes cuando el día se apaga 
es la brisa vespertina la que entre sus ramas cantan.

Te gusta tu despertar con el ruiseñor que canta 
entre rosales floridos y trepadores jazmines 
que sus fragancias regalan debajo de tu ventana,
Te gusta escuchar a las alondras que alegran las besanas.

Te gustan los dulces sueños que sueñas las noches largas 
esas noches del invierno en que las canales cantan 
y el viento frío del norte llama insistentemente 
a tu puerta y tu ventana.

Te gusta contemplar del río sus aguas turbias y bravas 
que pasan bajo del puente el balcón donde mirarlas.
Y te gusta a ti, en esas tardes de otoño cuando el verano se escapa 
escuchar los truenos, de las tormentas que espantan.

Te gusta mirar el cielo en la pradera tumbada 
contemplando las estrellas y los luceros que pasan 
y la luna picarona que sabe mucho y lo calla, 
La luna sabe de amores, la luna sabe que tú amas, 
la luna lo sabe todo, todo lo sabe y lo calla.
La luna sabe mucho de ti, mas ella no dice nada.

Te gusta, a ti te gusta todo lo que la vida regala,
todo lo que ven tus ojos, todo los que ve tu alma
todo lo que acelera el corazón y te aligera el alma.

A ti te gusta la vida y la vida a ti te regala 
la sonrisa de un niño, el perfume de una flor, 
la figura de una nube, el trino del ruiseñor,
la caricia de la brisa y el calor dulce del sol.

La vida es toda alegría y amor y por eso a ti te gusta, 
su aroma, su luz, su alegría y su color.
A ti te gusta la vida que trae alegría y amor.

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