Nevaba y la suave nieve besaba mi
cara,
tras esa cortina de mil mariposas que revoloteaban
yo vi una sombra que
hacia mí avanzaba,
creí conocerla y corrí hacia ella me arrojé en sus brazos,
mas ella no estaba
y solo, tan solo encontré unas huellas en la nieve blanca,
en la suave nieve que poco a poco las huellas borraba.
La nieve caía tan suavemente
cual mil
mariposas volando al instante
yo seguí las huellas creyendo encontrarte
y solo
encontré un parque nevado, un lindo paisaje
y un ruiseñor que estaba posado en la fina rama,
aterido de frío el ave temblaba,
sus alas mojadas no podían volar
y
el intenso frío lo quería helar.
Se dejó coger y lo acaricié y le di
calor
en mi pecho herido junto al corazón.
Cuando el ruiseñor se recuperó
le di un tierno beso y lo eche a volar
entre la maleza él se cobijó
y con su trinar las gracias me dio.
La noche se echó y desde mi ventana
contemplé del parque su blanco paisaje,
sus árboles blancos que doblan sus ramas
cargadas de nieve. Nevaba,
nevaba, nevaba...
Contemplé nevar tras el frio cristal
desde mi ventana, contemple el banco
y el tilo verde hoy blanco muy blanco
y esa farola que
alumbra las horas
que juntos pasamos. Hoy tan triste y sola.
Nevaba, nevaba y aunque me gustaba
ver
caer la nieve desde mi ventana
yo; cariño mío a la nieve odiaba
por cerrar
caminos que tú caminabas
para acercarte hasta nuestro banco,
aquel banco que hay en el
parque
bajo el lindo tilo junto a la farola
que alumbra nuestros besos,
que escucha secretos que ella nunca cuenta
que da luz tierna a las horas que juntos pasamos.
Hoy están muy solos el parque y el tilo
y el viejo farol el mudo testigo de este nuestro amor.
Nevaba y no pude verte por culpa de la
nieve
que todo lo cubre con su manto blanco
de linda pureza y suave tacto.
Nevaba, nevaba, nevaba.
1 comentario:
Hola:
Estas dos poesías, son maravillosas. Tienen un pequeño toque de ternura, que me gusta y una muestra grandísima de tu romanticismo.
Pero también tienen, esa seriedad tan característica, de las personas de tu tierra.
Tu sabes, lo mucho que te admiro y lo mucho que aprendo de ti, en cada poesía que leo y en cada verso. que escribes.
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