18 mar 2015

DESCUBRIENDO LA VIDA


A MIS PADRES.

He descubierto mi vida mirándome
en el espejo de una habitación vacía
de un blanco ambarino y muerto.

He descubierto la vida 
y mi vida es un sueño, 
un sueño que yo he vivido, 
un sueño que se quedó 
para siempre
prendido en mis recuerdo.

Recuerdo en que siendo un niño 
cuando yo sentía miedo 
siempre encontraba unos brazos 
que siempre estaban dispuestos
en ellos yo me escondía. 
En ellos, me sentía yo seguro
hasta que mis miedos 
se desvanecía y todo,
todo, volvía a ser perfecto.

Recuerdo en que siendo niño 
me miraba en un espejo, 
era de un claro sublime, 
sosegado, bruñido y casi perfecto. 
Era un espejo tan límpido 
que devolvía mi reflejo, 
y siendo, como era un niño 
en él se veía a un hombre 
un hombre su fiel reflejo.

Del mirarme en ese espejo,
aprendí yo a ser un hombre, 
copié e imité sus gestos, 
aprendí a ser, tal y como él era,
honrado conmigo mismos, 
leal, agradecido, sincero,
amigo de mis amigos
y encantador de sueños. 

Aprendí yo amar al mundo 
con un amor sencillo y verdadero 
y agradecer a Dios
por el don de la vida,
de mi familia al completo
por nacer;
en el seno de mi familia, 
por esos padres,
que tanto amor a mí me dieron.

Y aprendí, yo aprendí de ellos,
a ser fiel a mis amigos, 
respetar siempre a mis enemigos 
si es que yo; enemigos tengo.  

Recuerdo que yo aprendí 
que de nuestra vida
el timón no lo tenemos, 
que nuestra vida es un préstamo.

Un día yo vi partir 
a la ciudad sin retorno
aquellos brazos tan fuertes
y a la vez, tan suaves y tan tiernos. 

Mis refugio en lo malos momentos, 
mi regocijo en los buenos,
después con el pasar de los años 
también se quebró mi espejo.

Yo me refugie en otros brazos, 
mas jóvenes, más dulces,
libidinosos, apasionados y ebrios.
Otros brazos, para quien mis brazos 
fueron, un báculo en que apoyarse,
y en los suyos me refugie en el amor
y los recuerdos, mis recuerdos.

Pero siempre van conmigo 
los recuerdos, sus recuerdos,
el recuerdo de mis padres
a los que añoro y quiero. 
Aquellos padres queridos
que a mí tanto me quisieron.


1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

Hola amigo:
No tengo palabras para expresar los sentimientos que desbordaron toda mi sensibilidad al leer este hermosa poesía a tus padres.
Te felicito por tan lindos sentimientos, por haber conocido ese amor que, aún ahora añoras.
Eres un ser tan maravilloso, que por ello, siempre te he admirado y respetado y me siento feliz de ser tu amiga.
No te escribo más, (que quisiera hacerlo) porque como una chiquilla, estoy llorando, Dios te bendiga por ser como eres,
Un gran abrazo Eva