12 abr 2015

LAS NOCHES NEGRAS

AMORES CLANDESTINOS
Erró la noche por las calles aquellas.
Noches llenas de silencios 
y sombras perpetuas. 

Aquellas calles llenas de sigilos 
y de palabras dichas
que nunca jamás se hubiesen oído.

Por aquellas calles vagaban las noches
silenciosas y quedas llenas de mutismo. 
Eran estas noches, unas noches bellas 
inmensas, perpetúas, prietas, quietas.
Y las sombras negras que las ocultaban 
a las noches aquellas eran brunas, negras 
y casi dormidas. 

Las sombras dijeron al viento y a la suave brisa, 
que las ocultaron para que no las vieran 
los enamorados que quieren las noche, 
eternas y perpetuas.

Los silencios nocturnos, las sombras chinescas 
que envuelven a las noches en las callejuelas 
son sus aliados de las noches esas.
Noches que pasaron deprisa, deprisa 
sin darse ni cuenta 
y cuando las vieron pasar, las noches
ya habían escapado corriendo y se ocultaron 
en las calles aquellas por donde las vieron 
mirando con la avidez de las brujas viejas
entre los visillos de esas ventanas 
que se encuentran abiertas.
Los enamorados le temen a la soñolencia, 
temen aquel el sueño los domine y someta.

Yo, sí, yo las vi pasar a las noches aquellas 
desde mi balcón, 
mas no las miré ni me di yo cuenta 
de que esas noches eran unas noches,
muy negras, muy negras.
Pasaron con el sigilo que pasa el tiempo, 
para que no las vieran, vagar por las calles .

Esas noches negras siempre son, 
arcanas, enigmáticas, herméticas.
Siempre son noches de horas eternas.
Pero esas noches saben los secretos 
de amores prohibidos, pasiones de amores ilícitos,
que nunca se cuentan al ser clandestinos.

En las noches negras yo salgo al balcón 
y espero paciente para conocerlas 
y hablar con ellas de esos amores 
que siendo secretos siempre se sospechan.

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