20 may 2015

AL TECLADO Y...


 ... ESCRITORIO DE MI PC.
Yo no soy un hombre de grandes palabras ni de elocuencias,
soy un soñador, que soñar si sueña. Sueño esos sueños
que nunca se logran pero que mantienen la fe en la Tierra.

En la pantalla de mi pc quedo incrustado 
un folio tan blanco, perfecto e inmaculado
que por tener no tiene, ni bordes marcados.

Sobre ese folio un guion palpita 
como un corazón que nervioso rila,
está esperando a que yo le diga
para que él escriba sobre la pantalla,
que hacia mí está dirigida.

Mis manos están trémulas, 
mis dedos impacientes están esperando 
a que yo les diga que teclas pulsar 
de chico piano que notas no da.
Mi mirada ajena, mira hacia los lados
pero nada ve. Es que estoy pensando.

Mi mente está, está ordenando 
mis viejos recuerdos mis nuevas ideas 
que estoy compilando para presentarlas
en mi folio blanco.

Ahora mis dedos se van deslizando
sobre el teclado y cada toque lento 
deja sobre el folio garabatos negros.
Mis dedos bailando sobre negras teclas
y sobre el papel blanco se van desgranando
esas letras sueltas que unas tras otras 
palabras conforman.

Hay un violeta que quiso ser reina
y ella nació en humilde tierra.
Nació en la orilla de un camino viejo
entre densas hierbas que cubren 
y ocultan toda su belleza.

La violeta con aspiraciones a ser su alteza, 
estira su tallo para que el que pase vea su belleza.
Paso un joven y corto un ramo de lindas violetas 
para regalárselo a la que hoy es y será su reina.
Reina de su corazón y de su cabeza.

Aquella violeta que nació para ser reina
hoy es su alteza de un trono real 
de gran dignidad, sencilla belleza.

El folio en blanco se va oscureciendo
con claros-oscuros que no son adornos,
son; palabras, que emanan de mis torpes dedos.

El agua del río ausente camina cantando 
pasa bajo el puente que tú estás cruzando,
los altos alisos, los flexibles mimbres, 
los humildes juncos doblan su cerviz 
para bendecirte y admirar tu garbo.

Con gran desparpajo y con gracia extrema
un ruiseñor joven te está cantando 
entre las tamujas donde está su hembra.  
Él siente envidia al ver tu belleza 
que le está prohibida, aunque no ajena.

El agua ausente sigue su camino 
entre altos chopos, álamos, alisos...
Saltando entre rocas, remansando limos, 
bajo puentes altos y en lo remolinos.

Mi folio en blanco no habla de amores 
ni de desengaños, ni de ilusiones, 
ni habla de sueños que no se lograron.

Mi folio en blanco ya está completo 
él está alegre al verse repleto 
de claros y negros.

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