... ESCRITORIO DE MI PC.
Yo no soy un hombre de grandes palabras ni de
elocuencias,
soy un soñador, que soñar si sueña. Sueño esos sueños
que nunca se logran pero que mantienen la fe en la Tierra.
En la pantalla de mi pc quedo incrustado
un folio tan blanco, perfecto e inmaculado
que por tener no tiene, ni bordes marcados.
Sobre ese folio un guion palpita
como un corazón que nervioso rila,
está esperando a que yo le diga
para que él escriba sobre la pantalla,
que hacia mí está dirigida.
Mis manos están trémulas,
mis dedos impacientes están esperando
a que yo les diga que teclas pulsar
de chico piano que notas no da.
Mi mirada ajena, mira hacia los lados
pero nada ve. Es que estoy pensando.
Mi mente está, está ordenando
mis viejos recuerdos mis nuevas ideas
que estoy compilando para presentarlas
en mi folio blanco.
Ahora mis dedos se van deslizando
sobre el teclado y cada toque lento
deja sobre el folio garabatos negros.
Mis dedos bailando sobre negras teclas
y sobre el papel blanco se van desgranando
esas letras sueltas que unas tras otras
palabras conforman.
Hay un violeta que quiso ser reina
y ella nació en humilde tierra.
Nació en la orilla de un camino
viejo
entre densas hierbas que
cubren
y ocultan toda su belleza.
La violeta con aspiraciones a ser su
alteza,
estira su tallo para que el que pase vea
su belleza.
Paso un joven y corto un ramo de
lindas violetas
para regalárselo a la que hoy es y
será su reina.
Reina de su corazón y de su cabeza.
Aquella violeta que nació para ser reina
hoy es su alteza de un trono
real
de gran dignidad, sencilla belleza.
El folio en blanco se va oscureciendo
con claros-oscuros que no son adornos,
son; palabras, que emanan de mis torpes dedos.
El agua del río ausente camina cantando
pasa bajo el puente que tú estás cruzando,
los altos alisos, los flexibles
mimbres,
los humildes juncos doblan su
cerviz
para bendecirte y admirar tu garbo.
Con gran desparpajo y con gracia extrema
un ruiseñor joven te está
cantando
entre las tamujas donde está su
hembra.
Él siente envidia al ver tu
belleza
que le está prohibida, aunque no ajena.
El agua ausente sigue su camino
entre
altos chopos, álamos, alisos...
Saltando entre rocas, remansando
limos,
bajo puentes altos y en lo
remolinos.
Mi folio en blanco no habla de amores
ni de desengaños, ni de ilusiones,
ni habla de sueños que no se lograron.
Mi folio en blanco ya está completo
él está alegre al verse repleto
de claros y negros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario