23 may 2015

AQUEL VERANO.

ROMANCE DE VERANO.

Amanecí un día entre tus cálidos y suaves brazos.
Me desperté creyendo qué estaba soñando.
Pero no era un sueño tú estabas a mi lado, 
dormías tranquila, tu respiración pausada, 
tu corazón latía más yo, no lo escuchaba.

Me quedé mirando, mirando tu cara, 
tu dulce semblante, tus largas pestañas, 
tus lacios cabellos cubriendo parte de tu cara, 
un mohín simpático tus labios dibujaban; 
Sonrisa callada.

Tú dormías tranquila y yo, tus sueños velaba.

Hoy y cada día recuerdo aquella noche 
noche de mis sueños en la casa aquella
en aquel verano que nos encontramos
en la cala desierta en que nos bañabamos.

Me desperté a tu lado esa madrugada, 
tú solo dormía yo despierto estaba 
y mientras tú dormías, soñando yo estaba.

Yo soñaba el cómo sería la vida a tu lado, 
cómo viviríamos en tiempos lejanos. 
Soñaba yo sueños, que solo eran eso,
sueños que no se lograron, 
pues solo duraron el breve momento 
que duro tu sueño.

Con un casto beso que tú a mí me diste
me dejaste solo en aquella casa 
solo; y muy triste.

Vuelvo cada año a esa linda cala 
donde te bañabas aquella mañana 
en que tú me hablaras.
Vuelvo cada año a la pequeña casa, 
duermo cada noche en la misma cama, 
donde tú dormías y yo te velaba. 

La cala está sola, ya nadie se baña,
la casa está sola y fría la cama. 

Nunca más te he visto, 
nunca más yo supe de ti 
y jamás te olvido. 
Estas, muy dentro de mí.

Yo vivo soñando contigo 
e intento vivir con esos recuerdos 
que tengo de ti. Tú estás en mí.

Quizás solo fuesen un sueño soñado, 
quizás tú y yo, jamás nunca hemos hablado,
quizás nunca jamás tú y yo despertamos
en la misma casa, en la misma cama
y nunca jamás tú y yo nos amamos
en las mismas sabanas.

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