7 may 2015

SECRETOS...

Isla de Izaro
...INTIMOS.
Déjame, déjale que yo, que él,
que ambos a la vez tengamos
nuestros íntimos secretos, 
que a veces nos los callamos,
los guardamos muy adentro,
para que solo sean nuestros.

Déjanos, pues yo te dejo que calles 
ese  tu secreto íntimo, que yo sé
que tú te callas y yo lo intento, lo intento
que un día tú me lo cuentes y yo, 
los míos te cuento.

Y quizás, con el paso de los tiempos
una tarde muy tranquila frente al sol,
en lo alto de la montaña 
en uno de nuestros paseos
contemplando el paisaje más abajo
mirando
hacia ese mar que está en calma.
Quizás yo te cuente los secretos de mi alma,
yo sé bien, que si un día te los cuento
tú, quizás los tuyos, quizás a mí,
me los quieras tú contar.

No se puede, no se debe querer 
saberlo todo de la persona amada.
Es mentira, mejor dicho no es verdad,
cuando uno al otro nos decimos;
¡No habrá jamás entre nosotros
un secreto que guardar!
Y tú quizás me respondas; 
Nuestras almas serán transparentes
y diáfanas donde podernos mirar.

Siempre, siempre habrá un secreto 
en tú alma y en mi alma y en el alma
de todos los demás.
No hay nadie tan transparente 
que su pureza sea tal
que en su alma se pueda mirar,
como si fuese el cristal de una ventana
que el roció
de la noche no lo quiere profanar.

Si el amor es de verdad, el secreto
que guardemos será una nimiedad.
Será un secreto carente de importancia.
Solo será un secreto que tú guardas
que yo guardo para tener, propiedad e identidad.

Pero será tú secreto, mi secreto,
el secreto que uno quiere guardar,
cual el tesoro más íntimo y lo quieres
conservar. 
Necesitamos ser dueño y tener en propiedad 
aunque solo sea un sueño,
un secreto que guardar

El secreto de tu alma y de mi alma es, 
intimo y personal.
Que sea ese secreto quien te enseñe;
que el amor si es de verdad. 
Que el amor es transparente, cristalino, claridad,
sinceridad, confianza en los demás. 
Que el amor es dar.

La curiosidad muchas veces mata al gato,
y al amor si lo quieres desnudar.

Deja, que él tenga su secreto y tú lo descubrirás
al mirar con disimulo cuando él piensa,
que no lo puedes mirar.

Yo te miró y te observo y sé, 
que tú tienes tu secreto
y te lo quieres para ti solo guardar.
Guárdalo, que yo te sabré amar.

Isla de Izaro

1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

Hola mí querido amigo: Como siempre, escribiendo de una manera maravillosa.
Sabes hablar de los sentimientos propios y ajenos, con propiedad y los comunicas con dulzura, con ternura y llegas al alma de los que te leemos.
Eres ¡genial! La foto,¡magnífica!
Un gran agrazo de tu amiga de siempre, Eva