NO ESTOY TRISTE, DE VERDAD.
No, no es verdad que yo este triste,
cada día me despierto con la claridad de la luz
del nuevo día que se cuela en mi aposento
a través de las rendijas por donde me visitan los
vientos
que me alegran el nuevo día y los recibo contento.
No, no es verdad que la vida,
que mi vida me haya tratado mal.
No fui libre, como quisiera haber sido,
pero en esta sociedad, nada ni nadie es libre,
libre de la libertad con que se sueña cada día
y se anhela en cada momento.
He vivido y la vida nunca me trato a mí mal,
tampoco es que yo sea una persona exigente.
Creo yo, que soy normal.
No, no es verdad que yo sea taciturno,
soy como soy, nada más.
Me adapto siempre al camino por donde he de pasar.
Y como dice el maestro Machado.
“Donde hay vino, bebo vino;
donde no hay vino, agua fresca”
donde no hay vino, agua fresca”
Siempre sonrió al día que me viene a saludar,
si llueve que alegría los campos lo agradecerán,
si hace sol, “que buen día” para poder disfrutar,
si hace frío que alegría tener con que poderse
abrigar.
si la niebla todo lo cubre que bien
hoy no se verá el lodo y la suciedad.
La vida, mi vida nunca me ha tratado mal.
No es verdad que yo esté triste, simplemente
miro hacia el horizonte y veo la realidad.
Hoy mi frente es más amplia,
hoy mis sienes la nieve las cubren ya,
hoy cuando yo me levanto me duele acá y allá,
mis amigos a los que tanto quería
poco a poco se van marchando y ya no vuelven
jamás,
y esta es la señal, de que al camino
que me queda por andar casi se le ve el final.
Y no, no estoy triste por ello, esto es la
realidad,
estoy un poco pesaroso porque todo,
no lo podré completar,
todos mis muchos proyectos, todos los versos
que aún no he sido yo capaz de poderlos declamar
y mucho menos plasmarlos en mi libro personal,
para poderlos en esas tardes de inviernos.
frias, tristes, plúmbeas, oscuras de soledad,
poderlos yo releerlos y recordando; soñar.
No, no estoy triste, de verdad.
1 comentario:
Mí querido amigo:
Me gusta cómo has escrito hoy. Me gusta.
El final del camino, nadie lo ve, a lo lejos. No sabemos si está en el próximo recodo, o al terminar la armoniosa recta por la que vamos.
Por ello, cada día debe ser el primero de nuestra nueva vida. De esta aventura que Dios nos regala.
Sí. es duro, ver partir a nuestros seres queridos, a nuestros amigos. Ver como nos vamos marchitando. Como llega el otoño, o el invierno.
Pero debemos ser felices y soñar. Soñar siempre.
Un gran abrazo, tu amiga Eva
(Extraño tus comentarios)
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