15 feb 2016

AL DIA DE ...

... SAN VALENTÍN.
Hace días que paseo por las calles
y me encuentros escaparates decorados;
con corazones rojos y capullos rojos
unos y otros más o menos logrados, 
más o menos cursis, 
más o menos horteras, 
ya que son de trapo o de cera. 

Corazones que nada dicen 
tan solo adornan.
En los bares te ofrecen 
tapas especiales para ese día,
cafés, que su espuma con corazones adornan,
en los restaurantes te ofrecen menús 
hechos con amor y rellenos de ambrosías 
son para San Valentín, nuestro día.
Esos escaparates que a todos 
nos recuerdan que alguien 
un regalo espera este día. 
Pero esto; no es verdad 
es solo un eslogan hecho para ese día.

El enamorado no necesita 
que le marquen un día 
para festejar a la persona amada.
Lo hace cada día sin que le digan nada.
El amor no necesita de regalos 
de corazones rojo, ni de ramos flores, 
de tartas de cerezas con formas de corazones, 
tampoco necesita de cajas de bombones,
de medallas de oro que digan un te quiero 
escrito por un orfebre con su pluma de acero.

El amor y la persona amada 
solo quieren;
que cada día lo quieran 
y siempre lo respeten.
Esperan cada día del año un humilde presente;
un beso de amor al acostarse 
un beso de amor al levantarse 
aunque sea en la frente
Espera, Un Te quiero, sincero e inocente
y nunca, dirigido y tampoco exigente.

El amor no necesita 
que nadie le recuerde 
ni le marquen un día,
para amarse y quererse.

San Valentín el mártir 
murió bajo el martirio 
por casar a escondidas 
sin tener permiso. 
Casar a aquellos jóvenes 
al que el cesar romano 
les prohibía hacerlo, 
pues el cesar creía y decía muy ufano; 
"Es mucho más valiente 
el joven que es soltero,
que el que esposa tiene". 

San Valentín tú te has convertido
en el santo; de los muchos tenderos, 
floristas, pasteleros, joyeros y otros gremios. 
Pues ellos, si, estos comerciantes 
el día 14 de febrero cada año,
tienen en ti su día y el de su economía.

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