...QUE QUIERO.
Esperé poder soñar
bajo los naranjos floridos
de mi jardín escondido
en un momento de siesta.
Soñar con un lindo sueño
en la tibia y florida primavera
que en mi jardín se refleja,
en este cuadro perfecto.
Un jilguero enamorado
cantaba a su compañera
que incuba a sus polluelos
en la más densa
floresta
de mi jardín ocultado.
Un rosal de lindas rosas,
un jazmín de blancas flores,
una linda madreselva
daban color y sus aromas
al momento de mí fiesta.
En el centro de mi jardín
una fuente bonita y caprichosa
le da ese tono romántico
a el ambiente de siesta.
El sol hoy camina lento,
las nubes lejanas quedan
están muy lejos, muy lejos
atrapadas en las más
altas montañas
que nuestro valle rodean.
En ese ambiente idílico
me he quedado
dormido,
con el trinar del jilguero,
la cantilena monótona
de la fuente del
jardín
que acompañan al sueño
que mis parpados derrota.
Y soñé, soñé que mi vida,
que mí vida era otra.
Soñé que yo era feliz
el más feliz de
este reino,
que yo me he liberado
de todo, lo que es superfluo.
Soñé que hoy y siempre
yo fui libre,
como las aves del cielo,
como la lluvia y las nubes,
como la brisa y el viento,
como y el tiempo y los sueños.
Libre, porque ser libre
yo quiero y lo deseo.
Soñé y mi sueño fue perfecto,
por fin
soñé,
con el sueño que yo sueño
y mi sueño fue perfecto.
Cuando yo me desperté
porque enmudeció
el jilguero,
porque la brisa sopló
y a la fuente obligó
a modificar su tono.
Comprobé que mi sueño,
no fue un
sueño,
que yo soy feliz y quiero,
quiero ser libre y puedo.
Porque al ser libre puedo,
soñar los sueños, que quiero.
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