Camino 2016
Una vez más y ya no me
acuerdo de cuantas, he vuelto al Camino de Santiago. Esta vez, como las ultimas
una semana de cinco días ya que otros menesteres no me permiten hacer una
estancia en el Camino de más días.
Sea, como fuera nos
reencontramos con el Camino en Logroño donde lo dejamos en junio de 2014 ya que
por causas que no vienen a cuento en el 2015 no pudimos acudir al Camino.
Un autobús casi vacío
nos acercó a Logroño y en su estación de autobuses nos dejó ya pasadas la 9,30
de la mañana de un lunes, en el cual se mostraban el sol y las nubes al
cincuenta por ciento.
Poco a poco buscamos
las marcas del Camino (flechas amarillas y conchas peregrinas) que nos
indicasen en camino a seguir y no es que no lo haya yo hollado en muchas
ocasiones, es qué el Camino a Santiago está vivo y cambia constantemente.
Por un parque que yo desconocía,
ya que el Camino anteriormente abandonaba la capital riojana por un polígono industrial
y no por un parque en una zona de expansión en el que, en sus senderos, se
mezclaban y confundían los peregrinos con los moradores de Logroño. Y digo bien
se confundían porque desde hace unos años muy pocos, pero cada día más y más,
son los peregrinos que caminan las jornadas sin cargar con su mochila, pues en
este peregrinar hay una nueva figura del Camino, que es el “mochilero”.
Personaje que se encarga de recoger la mochila en el albergue de origen y transpórtala
en su vehículo hasta el albergue donde pernoctaran al final de la etapa. Claro
está, previo pago de una cuota fija diaria. He contado hasta siete u ocho
empresas que se encarga de esta labor, entre otras Correo.
1ª JORNADA. LOGROÑO –
NÁJERA.
Salíamos de Logroño por
el mencionado parque buscando la zona recreativa de la Grajera, lugar de
esparcimiento y relax de los moradores de Logroño muy próxima a la capital de
la Rioja. El sendero era un hervidero de personas que iban y venían por el
sendero unos haciendo su acostumbrado paseo para mantenerse en forma y a raya
su colesterol, hipertensión, glucosa, etc. Y otros caminando intentando llegar
a Navarrete para quizás, hacer un alto en la jornada antes de continuar hacia
Nájera.
El sol se escondía
entre las negras nubes y un fino y frío viento nos obligaba a acelerar nuestro
paso ante el temor de que se pusiese a llover.
Dejamos atrás las
ruinas del que fue hospital de peregrinos de San Juan de Arce e infinidad de
peregrinos que, como he dicho caminaban sin mochila y muchos grupos con su
coche de apoyo. Descansamos un momento en Navarrete antes de adentrarnos en
este mar de viñedos que es la Rioja.
No, no nos desviamos
por Ventosa y seguimos el trazado del antiguo sendero, que tantas veces he
caminado y va paralelo a la carretera nacional hoy muy poco transitada por
causa de la autovía. Pronto alcanzamos la cima del suave monte y comenzamos a
bajar hacia el río Najerilla que atraviesa Nájera, nuestra meta para este
primer día.
A Nájera llegamos
cuando daban las campanas de los relojes las tres de la tarde.
No sin problema encontramos
donde comer un menú que fuese más o menos asequible y adecuado para el
peregrino. El peregrino en el Camino de Santiago, no solo tiene que ser parco y
austero, además debe parecerlo.
Con varios peregrinos
de esos que caminan sin mochila compartimos mesa y mantel y anécdotas de la
jornada y de otras peregrinaciones. Cuando salimos hacia el albergue, llovía
copiosamente y lo estuvo haciendo toda la tarde y la noche.
2ª JORNADA. NÁJERA –
SANTO DOMINGO DE LA CALZADA.
La noche no tuvo nada
de particular, nada que no sea una noche normal en un albergue del Camino.
Ronquidos, toda una sinfonía, movimientos y ruidos de literas mal ajustadas o
con muchas holguras a elegir, personas que se levanta al servicio una y otra
vez, abriendo la puerta de la habitación, iluminando tus ojos con una potente
linterna de diodos las que desees, y lo que más a las cinco y muy poco el ruido
de bolsas de plásticos metiéndolas y sacándolas de la mochila y un gran etc. De
esta manera la verdad es que no hay quien duerma en el Camino. Al menos yo no
lo consigo.
Salimos del albergue
antes de lo que deseamos porque, como ya he contado no había quien durmiese y
ni tan siquiera descansar. Buscamos un bar para tomar café y después de dar
unas vueltas encontramos uno que estaba repleto de peregrinos extranjeros
desayunando. En honor a la verdad el personaje que servía tras la barra es el
ser más desagradable que he encontrado en un bar del Camino. Este personaje
vende porque solo él estaba abierto a esas horas y es de agradecer, lo que no
está permitido es tratar con esa mala geta y peor tacto a los peregrinos que le
permiten vivir o por lo menos ganar dinero.
Subimos la cuesta de la
depresión del Najerilla para entrar en la llanura que nos llevaría a Azofra
donde desayunamos en un bar bien servido y mejor atendido.
Caminamos hacia Cirueña
pasando delante del Royo Justiciero de Azofra y pisando y arrastrando en
nuestras botas y calzados el barro del camino, un peregrino de Barcelona se
unio a nuestro caminar y con él atravesamos la parte nueva de chalets y el
campo de golf. Por un ancho sendero agrícola desde una loma dimos vista a Santo
Domingo de la Calzada y en esta ciudad hito del Camino de Santiago hicimos la
entrada y nos instalamos en su nuevo albergue de La Cofradía del Santo.
La tarde nos la pasamos
visitando la ciudad, comprando para cenar en el albergue y guareciéndonos de la
lluvia que cada dos por tres caía suavemente.
La noche sería más de
lo mismo.
El peregrino de
Barcelona decidió seguir caminando un poco más para llegar más pronto a
Santiago. Nosotros no teníamos prisa ya que nuestro destino en esta vuelta al
camino finalizaba en Burgos.
3ª JORNADA. SANTO
DOMINGO – BELORADO.
Ya se veía la aurora
asomar por detrás del monte de Toloño y después de tomar un café enfilamos
hacia el Puente del Santo sobre el Río Oja. Puente atribuido a Santo Domingo de
la Calzada para facilitar el paso de los peregrinos sobre las aguas del Oja.
Rio que da nombre a toda una comunidad. Comunidad de la Rioja.
Frío y suave viento nos
acompañaba por el nuevo trazado hasta Grañón, una nueva Cruz de Los Valientes
en su nuevo emplazamiento nos saludaba a nuestro paso y sin más dilación
entrabamos en Grañón saludando a otros peregrinos que bien descansaban o salían
de los albergues de este pueblo ultimo lugar de la Rioja que el peregrino pisa.
El barro y el viento
cada vez más fuerte hace más lenta la marcha de los peregrinos.
En Redecilla del Camino
hacemos un alto y tomamos café antes de continuar hacia Castildelgado, Viloria
de la Rioja la que se tiene, como la cuna de Santo Domingo de la Calzada.
Entramos en Belorado,
temprano ya que el frío quizás no ha hecho caminar más deprisa y llegamos al
albergue cuando un coche mochilero dejaba las mochilas en el mismo. Le pedimos
dejar las nuestras para liberarnos de ellas ya que aún faltaban dos horas para
la apertura del mismo.
Sin las pesadas
mochilas dimos una vuelta por el lugar, aunque en honor a la verdad poco ofrece
este lugar burgalés al visitante o al menos yo nunca se lo he encontrado.
Cuando abrieron el albergue nos aseamos y buscamos donde comer.
Por la tarde después de
descansar visitamos sus iglesias y ermitas, al menos las que estaban abiertas,
compramos para cenar y pasamos el resto de la tarde charlando con los demás peregrinos.
La noche, como no una
noche más del Camino.
4ª JORNADA.
BELORADO-AGÉS.
Muy temprano salimos del
albergue y en honor a la verdad no fuimos los primeros, apenas se veía en
sendero y claro está, no encontramos ningún lugar donde tomar café, tampoco en
muchos kilómetros de camino.
Ya en Espinosa del
Camino cuando casi dábamos vista a Villafranca Montes de Oca, pudimos desayunar
antes de pasar por delante de las ruinas del Monasterio donde dicen que está
enterrado Diego Porcelos aquél que fue el fundador de Burgos.
Un fuerte ventarrón
hace más penoso nuestro caminar mientras ganamos altura en los Montes de Oca.
La Fuente Mojapan nos saluda lo mismo que hacía con los peregrinos del medievo.
Infinidad de peregrinos
caminan por estos montes ayer temidos y peligrosos y hoy un alivio para el
peregrino al protegerlo con su floresta del fuerte viento. Pinos y robles se
mueven acompañando a las fuertes rachas de viento.
En monumento a Los Caídos
nos contempla en nuestro caminar bajando hacia el arroyo De La Pedraja.
Poco a poco vamos
dejando tras nosotros a muchos peregrinos que siguen la misma ruta que nosotros
y el ancho sendero y el fuerte viento hace más monótono y más cansado nuestro
caminar hasta alcanzar San Juan de Ortega.
Descansamos un momento
en este viejo y famoso monasterio. Monasterio que hoy después de muchos años lo
están recuperando. Después de visitar su iglesia y contemplar el mausoleo del
Santo y sus capiteles que son protagonista del Milagro de la Luz, proseguimos
el camino hasta Agés, donde llegamos acompañados de un pertinaz chubasco.
Agés, ayer un pueblo
rural casi deshabitado hoy por cuenta de los peregrinos hay al menos tres
albergues, dos bares y el peregrino se siente feliz y bien acogido en este
enclave burgalés.
Muy feliz me sentí en
Agés tanto es así que la lluvia fue nuestra compañera toda la tarde y toda la
noche y lo hizo de tal manera que parecía que no lo había hecho nunca de la que
caía.
Esta noche dormimos
felices ya que estuvimos en una habitación acogedora solo mi compañero y yo.
Por fin he dormido una noche.
5ª JORNADA.
AGÉS-BURGOS.
Habíamos decidido
madrugar para llegar lo más pronto a Burgos y poder regresar a casa.
Nos despertamos y llovía
mucho, había llovido mucho toda la noche. Esto nos hizo dudar, pero al final
decidimos seguir nuestro plan.
Salimos a la calle
cuando tan solo caía unas finas gotas, el cielo estaba tan encapotado que no se
vislumbraba ni la menor muestra de lo que podía ser la claridad de la aurora.
Como quiera que el
Camino entre Agés y Atapuerca comparte el firme de la carretera llegamos a esta
última sin problema alguno antes de enfrentarnos a la subida de Matagrande.
El barro era fiel
compañero y a veces también la pertinaz lluvia, sea como fuere alcanzamos
Cardeñuela de Río Pico donde descansamos y desayunamos antes de alcanzar
Villafría y hacer nuestra entrada en Burgos por Gamonal.
Con una visita a la
catedral burgalesa y a la estación de autobuses dimos por finalizada esta nueva
aventura del Camino de Santiago, al que quizás si los hados nos son propicios
volveremos muy, muy pronto para continuar desde Burgos hasta León.
A los peregrinos que con nosotros han caminado a lo largo
de estas cinco jornadas les deseamos Buen Camino. ¡Ultreya! Peregrinos.
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