15 abr 2016

UN CAMINO...

 ...UNA NUEVA AVENTURA.
Camino 2016
Una vez más y ya no me acuerdo de cuantas, he vuelto al Camino de Santiago. Esta vez, como las ultimas una semana de cinco días ya que otros menesteres no me permiten hacer una estancia en el Camino de más días.
Sea, como fuera nos reencontramos con el Camino en Logroño donde lo dejamos en junio de 2014 ya que por causas que no vienen a cuento en el 2015 no pudimos acudir al Camino.
Un autobús casi vacío nos acercó a Logroño y en su estación de autobuses nos dejó ya pasadas la 9,30 de la mañana de un lunes, en el cual se mostraban el sol y las nubes al cincuenta por ciento.
Poco a poco buscamos las marcas del Camino (flechas amarillas y conchas peregrinas) que nos indicasen en camino a seguir y no es que no lo haya yo hollado en muchas ocasiones, es qué el Camino a Santiago está vivo y cambia constantemente.
Por un parque que yo desconocía, ya que el Camino anteriormente abandonaba la capital riojana por un polígono industrial y no por un parque en una zona de expansión en el que, en sus senderos, se mezclaban y confundían los peregrinos con los moradores de Logroño. Y digo bien se confundían porque desde hace unos años muy pocos, pero cada día más y más, son los peregrinos que caminan las jornadas sin cargar con su mochila, pues en este peregrinar hay una nueva figura del Camino, que es el “mochilero”. Personaje que se encarga de recoger la mochila en el albergue de origen y transpórtala en su vehículo hasta el albergue donde pernoctaran al final de la etapa. Claro está, previo pago de una cuota fija diaria. He contado hasta siete u ocho empresas que se encarga de esta labor, entre otras Correo.
1ª JORNADA. LOGROÑO – NÁJERA.
Salíamos de Logroño por el mencionado parque buscando la zona recreativa de la Grajera, lugar de esparcimiento y relax de los moradores de Logroño muy próxima a la capital de la Rioja. El sendero era un hervidero de personas que iban y venían por el sendero unos haciendo su acostumbrado paseo para mantenerse en forma y a raya su colesterol, hipertensión, glucosa, etc. Y otros caminando intentando llegar a Navarrete para quizás, hacer un alto en la jornada antes de continuar hacia Nájera.
El sol se escondía entre las negras nubes y un fino y frío viento nos obligaba a acelerar nuestro paso ante el temor de que se pusiese a llover.
Dejamos atrás las ruinas del que fue hospital de peregrinos de San Juan de Arce e infinidad de peregrinos que, como he dicho caminaban sin mochila y muchos grupos con su coche de apoyo. Descansamos un momento en Navarrete antes de adentrarnos en este mar de viñedos que es la Rioja.
No, no nos desviamos por Ventosa y seguimos el trazado del antiguo sendero, que tantas veces he caminado y va paralelo a la carretera nacional hoy muy poco transitada por causa de la autovía. Pronto alcanzamos la cima del suave monte y comenzamos a bajar hacia el río Najerilla que atraviesa Nájera, nuestra meta para este primer día.
A Nájera llegamos cuando daban las campanas de los relojes las tres de la tarde.
No sin problema encontramos donde comer un menú que fuese más o menos asequible y adecuado para el peregrino. El peregrino en el Camino de Santiago, no solo tiene que ser parco y austero, además debe parecerlo.
Con varios peregrinos de esos que caminan sin mochila compartimos mesa y mantel y anécdotas de la jornada y de otras peregrinaciones. Cuando salimos hacia el albergue, llovía copiosamente y lo estuvo haciendo toda la tarde y la noche.
2ª JORNADA. NÁJERA – SANTO DOMINGO DE LA CALZADA.
La noche no tuvo nada de particular, nada que no sea una noche normal en un albergue del Camino. Ronquidos, toda una sinfonía, movimientos y ruidos de literas mal ajustadas o con muchas holguras a elegir, personas que se levanta al servicio una y otra vez, abriendo la puerta de la habitación, iluminando tus ojos con una potente linterna de diodos las que desees, y lo que más a las cinco y muy poco el ruido de bolsas de plásticos metiéndolas y sacándolas de la mochila y un gran etc. De esta manera la verdad es que no hay quien duerma en el Camino. Al menos yo no lo consigo.
Salimos del albergue antes de lo que deseamos porque, como ya he contado no había quien durmiese y ni tan siquiera descansar. Buscamos un bar para tomar café y después de dar unas vueltas encontramos uno que estaba repleto de peregrinos extranjeros desayunando. En honor a la verdad el personaje que servía tras la barra es el ser más desagradable que he encontrado en un bar del Camino. Este personaje vende porque solo él estaba abierto a esas horas y es de agradecer, lo que no está permitido es tratar con esa mala geta y peor tacto a los peregrinos que le permiten vivir o por lo menos ganar dinero.
Subimos la cuesta de la depresión del Najerilla para entrar en la llanura que nos llevaría a Azofra donde desayunamos en un bar bien servido y mejor atendido.
Caminamos hacia Cirueña pasando delante del Royo Justiciero de Azofra y pisando y arrastrando en nuestras botas y calzados el barro del camino, un peregrino de Barcelona se unio a nuestro caminar y con él atravesamos la parte nueva de chalets y el campo de golf. Por un ancho sendero agrícola desde una loma dimos vista a Santo Domingo de la Calzada y en esta ciudad hito del Camino de Santiago hicimos la entrada y nos instalamos en su nuevo albergue de La Cofradía del Santo.
La tarde nos la pasamos visitando la ciudad, comprando para cenar en el albergue y guareciéndonos de la lluvia que cada dos por tres caía suavemente.
La noche sería más de lo mismo.
El peregrino de Barcelona decidió seguir caminando un poco más para llegar más pronto a Santiago. Nosotros no teníamos prisa ya que nuestro destino en esta vuelta al camino finalizaba en Burgos.


3ª JORNADA. SANTO DOMINGO – BELORADO.
Ya se veía la aurora asomar por detrás del monte de Toloño y después de tomar un café enfilamos hacia el Puente del Santo sobre el Río Oja. Puente atribuido a Santo Domingo de la Calzada para facilitar el paso de los peregrinos sobre las aguas del Oja. Rio que da nombre a toda una comunidad. Comunidad de la Rioja.
Frío y suave viento nos acompañaba por el nuevo trazado hasta Grañón, una nueva Cruz de Los Valientes en su nuevo emplazamiento nos saludaba a nuestro paso y sin más dilación entrabamos en Grañón saludando a otros peregrinos que bien descansaban o salían de los albergues de este pueblo ultimo lugar de la Rioja que el peregrino pisa.
El barro y el viento cada vez más fuerte hace más lenta la marcha de los peregrinos.
En Redecilla del Camino hacemos un alto y tomamos café antes de continuar hacia Castildelgado, Viloria de la Rioja la que se tiene, como la cuna de Santo Domingo de la Calzada.
Entramos en Belorado, temprano ya que el frío quizás no ha hecho caminar más deprisa y llegamos al albergue cuando un coche mochilero dejaba las mochilas en el mismo. Le pedimos dejar las nuestras para liberarnos de ellas ya que aún faltaban dos horas para la apertura del mismo.
Sin las pesadas mochilas dimos una vuelta por el lugar, aunque en honor a la verdad poco ofrece este lugar burgalés al visitante o al menos yo nunca se lo he encontrado. Cuando abrieron el albergue nos aseamos y buscamos donde comer.
Por la tarde después de descansar visitamos sus iglesias y ermitas, al menos las que estaban abiertas, compramos para cenar y pasamos el resto de la tarde charlando con los demás peregrinos.
La noche, como no una noche más del Camino.

4ª JORNADA. BELORADO-AGÉS.
Muy temprano salimos del albergue y en honor a la verdad no fuimos los primeros, apenas se veía en sendero y claro está, no encontramos ningún lugar donde tomar café, tampoco en muchos kilómetros de camino.
Ya en Espinosa del Camino cuando casi dábamos vista a Villafranca Montes de Oca, pudimos desayunar antes de pasar por delante de las ruinas del Monasterio donde dicen que está enterrado Diego Porcelos aquél que fue el fundador de Burgos.
Un fuerte ventarrón hace más penoso nuestro caminar mientras ganamos altura en los Montes de Oca. La Fuente Mojapan nos saluda lo mismo que hacía con los peregrinos del medievo.
Infinidad de peregrinos caminan por estos montes ayer temidos y peligrosos y hoy un alivio para el peregrino al protegerlo con su floresta del fuerte viento. Pinos y robles se mueven acompañando a las fuertes rachas de viento.
En monumento a Los Caídos nos contempla en nuestro caminar bajando hacia el arroyo De La Pedraja.
Poco a poco vamos dejando tras nosotros a muchos peregrinos que siguen la misma ruta que nosotros y el ancho sendero y el fuerte viento hace más monótono y más cansado nuestro caminar hasta alcanzar San Juan de Ortega.
Descansamos un momento en este viejo y famoso monasterio. Monasterio que hoy después de muchos años lo están recuperando. Después de visitar su iglesia y contemplar el mausoleo del Santo y sus capiteles que son protagonista del Milagro de la Luz, proseguimos el camino hasta Agés, donde llegamos acompañados de un pertinaz chubasco.
Agés, ayer un pueblo rural casi deshabitado hoy por cuenta de los peregrinos hay al menos tres albergues, dos bares y el peregrino se siente feliz y bien acogido en este enclave burgalés.
Muy feliz me sentí en Agés tanto es así que la lluvia fue nuestra compañera toda la tarde y toda la noche y lo hizo de tal manera que parecía que no lo había hecho nunca de la que caía.
Esta noche dormimos felices ya que estuvimos en una habitación acogedora solo mi compañero y yo. Por fin he dormido una noche.




5ª JORNADA. AGÉS-BURGOS.
Habíamos decidido madrugar para llegar lo más pronto a Burgos y poder regresar a casa.
Nos despertamos y llovía mucho, había llovido mucho toda la noche. Esto nos hizo dudar, pero al final decidimos seguir nuestro plan.
Salimos a la calle cuando tan solo caía unas finas gotas, el cielo estaba tan encapotado que no se vislumbraba ni la menor muestra de lo que podía ser la claridad de la aurora.
Como quiera que el Camino entre Agés y Atapuerca comparte el firme de la carretera llegamos a esta última sin problema alguno antes de enfrentarnos a la subida de Matagrande.
El barro era fiel compañero y a veces también la pertinaz lluvia, sea como fuere alcanzamos Cardeñuela de Río Pico donde descansamos y desayunamos antes de alcanzar Villafría y hacer nuestra entrada en Burgos por Gamonal.
Con una visita a la catedral burgalesa y a la estación de autobuses dimos por finalizada esta nueva aventura del Camino de Santiago, al que quizás si los hados nos son propicios volveremos muy, muy pronto para continuar desde Burgos hasta León.
Pero eso ya lo contaré cuando esto ocurra. 

A los peregrinos que con nosotros han caminado a lo largo de estas cinco jornadas les deseamos Buen Camino. ¡Ultreya! Peregrinos.
 


 

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