EL TIEMPO
El tiempo nunca
se detiene
cabalga sobre
un corcel
que galopa y va
carente de bridas,
que trota sobre
las alas del viento,
sobre los rayos
de la luz
que dan claridad
al día,
sobre el velo
de las sombras
de la oscuridad
nocturna
sobre el
silencio,
que, en el
silencio habita.
Al tiempo no se
le ve,
el tiempo jamás
tiene medida,
solo lo miden
los lapsos
los lapsos que
marcan el día
y en las noches
silenciosas
cuando tú estás
dormida
el tiempo se
desliza de puntillas
para que no te
despiertes
y puedas seguir
dormida.
El tiempo no se
detiene
sigue la ruta
elegida
y se pierde en
los laberintos
que una vez y
otra vez
vuelven al
punto de partida.
El tiempo es
como un bucle,
que camina, que
camina
sin ir a
ninguna parte
porque no tiene
salida.
Por ello los
relojes del tiempo
son; curvaturas
sin salida.
El tiempo, no
tiene medida.
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