29 abr 2017

AUSENCIA DE AMOR...



...AMARGA.
El tiempo se desliza suavemente en la tarde 
en un reloj que nunca se demora.
La alegría de tus ojos se desvanece, 
la pena y el dolor en ellos se acomodan.
No hay tristeza que más duela 
que el dolor de la obligada ausencia.
El dolor y la pena se hacen dueños 
siempre que la soledad el alma llena.
La ausencia obligada del alma se hace dueña.

Te busqué por todos los lugares 
que un día, juntos tú y yo visitamos.
Te busqué en los versos ya escritos 
que jamás han sido publicados.
Mas, en ellos no pude yo encontrarte, 
en aquellos lugares nunca, has estado.
Te busqué en el cantar del ruiseñor 
que cada noche canta en el jardín 
y nunca, en su canto te he escuchado.
Te busqué en el aroma de la flor 
más bella del jardín mejor cuidado 
esa flor que mil veces habías besado, 
mas tú, por mi jardín no has paseado.
Te he buscado en la fresca brisa del norte, 
que trae en sus alas los recuerdos 
de lugares muy lejanos y de otras gentes, 
mas ella, no tiene recuerdos ya de ti
y las gentes, se encontraban ausentes.
Te he buscado en las hojas caídas 
de un viejo calendario y en ellas comprendí 
que tú a mi lado nunca fuistes feliz.

La tarde se desliza suavemente 
en la esfera de un reloj que está parado 
y sus manecillas marcan siempre 
la hora de un adiós ya olvidado.

En las noches de silencio y de insomnio 
escucho la suavidad de tus pasos caminando, 
son los pasos de tu andar en solitario
y de ellos solo quedan remembranzas 
de lo sueños y recuerdos del pasado.

La noche torpe y lenta se hace tarda 
y mi alcoba es una cárcel bien cerrada.
Te busqué mas no pude encontrarte, 
tú conmigo ya no estabas.

Esos versos que escribí hace ya años 
quedaron olvidados en mi escritorio. 
Aquellos senderos que juntos caminamos 
hoy están cubiertos por las zarzas y por el polvo.
La aurora ya no luce como antaño, 
su luz de la alborada la cubre cada día
los negros y feos nubarrones que emanan 
del fondo más profundo de mi alma.

Los días están tristes, sus horas son;
amargas y nunca se acaban, 
el sol ya no trae vida en sus rayos, 
las nubes carecen de lluvia en sus entrañas.

Te busqué, y tú conmigo hace mucho, mucho tiempo 
que ya no estabas.


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