Soñé que te
perdía,
y en ese sueño
creí morir,
pero al
despertar y ver
que todo era
mentira
que tú
plácidamente
junto a mi
dormías,
lloré yo de
alegría.
Tú, seguías
dormida
de vez en
cuando
tu rostro
sonreía
y yo feliz me
sentía.
Que vuelva
pronto el día
que no quiero
soñar,
soñar que te
perdía;
soñar los
sueños que
hacen daño,
sueños; que son
mentiras,
sueños que no
se olvidan
al despertar el
día.
Feliz es para
mí la luz
del día
te veo pasear y
en tu cara hay,
hay siempre
alegría
te escucho yo
cantar
y cantas tú a
la vida,
y veo yo tus
cabellos
que bailan con
la brisa,
y en tus ojos
azules
hay luz que es
alegría,
hay luz que es
fantasía
y realidad de
vida.
El día va
dilapidando
su tiempo en la
vida
y yo te estoy
mirando,
contemplo tu
energía
admiro tu
belleza
y tu inocente
risa.
Eres tú la luz
del sol,
eres tú la
música de la lluvia,
eres tú pureza
del rocío
que se posa en
las flores
cuando la luz
se anuncia.
Eres tú la
brisa de la tarde
de la mañana
eres su risa,
del verano eres
su calor,
del otoño su
color,
del invierno
eres el tibio sol,
de la primavera
eres su lluvia,
y del agua que
corre su sonrisa,
eres tú, dulce
canción de amor
que canta a la
vida aleluyas.
La noche va
pasando
y ya se acerca el
día
y tú sigues
durmiendo
jugando con mi
vida
y yo sigo
despierto
no quiero yo
soñar
sueños que son
mentiras.
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