CRISANTEMOS

...COLOR DE OTOÑO.

Bajo el puente, 

corre ajena y alegre 

clara y risueña es ella,

el agua que es de nieve

que baja de las montañas

por torrenteras alegres

y se serena, en las fuentes

las fuentes de las riberas

a la sombra de los árboles.

En los montes se ve nieve,

en los bosques se oye música,

música que traen los acordes 

del viento, del aire, del bosque...

Vientos que tocan su música; 

que hacen que las ramas suenen

tocan el arpa del aire, 

violines de brisa tenue

con las ramas de los chopos,

 robles, pinos… 

que con la música se mecen.

Los caminos están solos 

y están tristes las veredas,

en las escarpadas peñas

donde se asoman los montes,

se posa el águila que otea

está esperando la calma

que llega con luz que trae el alba.

Solo, tan solo los crisantemos 

que dicen, que ha muerto huelen 

dan el tono colorido 

a este otoño que ha venido

esperando a que llegue el invierno

triste, nostálgico y frío.

En él no habrá música inquieta

no habrá crisantemos coloridos,

ni hojas que hayan vestido

a los árboles de ribera,

de la ribera del río.

Del río que agua lleva

enfurecida y con enojo y brío.