...FUERON VEREDAS Y SENDEROS.
Caminos
que no tienen un destino,
caminos
que son errante
desde los tiempos,
caminos
que nunca se detienen,
que
no tienen un único destino,
aunque
a todos y cada uno llegue,
a
lugar que les lleva los recuerdos.
Los
caminos siempre saben
dónde
empiezan,
pero
nunca dónde ellos se detienen,
los
caminos son muy fértiles,
tienen prole
que
de ellos nacen y en un punto,
se
emancipan a su suerte.
Los
caminos nunca saben dónde llegan,
aunque,
a cada uno de esos lugares
los
caminantes lleguen,
ellos
se limitan a seguir hacia adelante
el
rumbo que cada uno de los viandantes
quiere.
Cuando
hace sol y calor
a
la sombra de un árbol
los
caminos se detienen,
cuando
tienen sed,
son
las fuentes del camino
las
que les alivia su sed ardiente.
Si
llueve, es la lluvia
la
que corre a lo largo del sendero
y
en algunos puntos el agua se detiene
y
hace difícil el caminar por el camino,
pero
el camino soslaya el incidente
y
sigue adelante y se comporta
cual
camino ausente e indolente.
Los
puentes son amigos de los caminos,
sin
ellos los caminos bajo el caudal
de
los ríos se pierden,
se
ocultan entre los cantos rodados
bajo
las furiosas corrientes.
Por
eso los puentes y los caminos
son
amigo y se comprenden.
Existe
muchos tipos de caminos,
los
caminos que todo el mundo conocen,
los
caminos que cuidan y que miman,
los
caminos que tienen pedigrí
y
que son nobles.
Hay
otros caminos que cansados
de
esos caminos tan hidalgos y tan nobles,
se
apartan de ellos sin motivo aparente
y
siguen ya solos sus trazados,
el itinerario que ellos quieren.
Son
los caminos que yo quiero,
son
esos caminos solitarios,
sencillos, parcos y austeros.
Hay
otros caminos que,
aunque
siendo camino
los llamamos senderos,
caminos
que un día se olvidan
y apenas
de ellos quedan los recuerdos,
son
esos caminos que si no se andan
en
la vida la
vegetación se los come.
Y solo
ellos perduran
en nuestros recuerdos
y el tiempo los olvidan
y entre la maleza
ellos murieron.
ellos murieron.
Los
caminos son arañazos
en
la piel de nuestra Tierra,
cicatrices, de antiguos recuerdos.
Los
hombres y mujeres
sin
caminos moriríamos,
y
por eso los caminos
son; amigos nuestros.
Los
caminos no siempre
fueron
caminos,
primero
fueron veredas,
más tardes son senderos,
que
con el pasar la historia
de los pueblos y las naciones
en ilustres
caminos se volvieron.
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