6 oct 2018

LOS CAMINOS ANTES DE SER CAMINOS,...

...FUERON VEREDAS Y SENDEROS.
Caminos que no tienen un destino, 
caminos que son errante 
desde los tiempos, 
caminos que nunca se detienen, 
que no tienen un único destino, 
aunque a todos y cada uno llegue, 
a lugar que les lleva los recuerdos.

Los caminos siempre saben 
dónde empiezan,
pero nunca dónde ellos se detienen, 
los caminos son muy fértiles, 
tienen prole 
que de ellos nacen y en un punto,
se emancipan a su suerte.

Los caminos nunca saben dónde llegan, 
aunque, a cada uno de esos lugares
los caminantes lleguen, 
ellos se limitan a seguir hacia adelante 
el rumbo que cada uno de los viandantes 
quiere.

Cuando hace sol y calor 
a la sombra de un árbol 
los caminos se detienen, 
cuando tienen sed, 
son las fuentes del camino 
las que les alivia su sed ardiente.

Si llueve, es la lluvia 
la que corre a lo largo del sendero 
y en algunos puntos el agua se detiene 
y hace difícil el caminar por el camino, 
pero el camino soslaya el incidente
y sigue adelante y se comporta
cual camino ausente e indolente.

Los puentes son amigos de los caminos, 
sin ellos los caminos bajo el caudal
de los ríos se pierden, 
se ocultan entre los cantos rodados 
bajo las furiosas corrientes. 
Por eso los puentes y los caminos
son amigo y se comprenden.

Existe muchos tipos de caminos, 
los caminos que todo el mundo conocen, 
los caminos que cuidan y que miman,
los caminos que tienen pedigrí 
y que son nobles.
Hay otros caminos que cansados 
de esos caminos tan hidalgos y tan nobles, 
se apartan de ellos sin motivo aparente 
y siguen ya solos sus trazados,
el itinerario que ellos quieren. 
Son los caminos que yo quiero, 
son esos caminos solitarios, 
sencillos, parcos y austeros.

Hay otros caminos que, 
aunque siendo camino 
los llamamos senderos, 
caminos que un día se olvidan 
y apenas de ellos quedan los recuerdos, 
son esos caminos que si no se andan
en la vida la vegetación se los come.
Y solo ellos perduran 
en nuestros recuerdos 
y el tiempo los olvidan 
y entre la maleza 
ellos murieron.

Los caminos son arañazos 
en la piel de nuestra Tierra, 
cicatrices, de antiguos recuerdos.

Los hombres y mujeres 
sin caminos moriríamos
y por eso los caminos 
son; amigos nuestros.

Los caminos no siempre 
fueron caminos, 
primero fueron veredas, 
más tardes son senderos, 
que con el pasar la historia 
de los pueblos y las naciones 
en ilustres caminos se volvieron. 

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