16 jun 2020

UN HUMILDE RAYO


DE ESPERANZA.

Cada día contemplo mi cuidad, 

que ayer estaba triste y desolada, 

hoy parece que despierta 

a una nueva esperanza. 

 

Un tenue rayo de luz ilumina 

de nuevo, esas torvas caras.

 en labios y en mejillas

en mi ciudad hacen falta, 

los abrazos los besos espontáneos 

apretones de manos. 

Y mucho añoramos

las mil y una caricias

que siempre esperamos, 

y esas palmaditas

con que nos confortamos. 

 

Se ven rostros muy serios, 

con esos ojos triste 

que buscan sin saberlo

un rayo de esperanza

que renueven los sueños,

tras una mascarilla 

que cubren los secretos

de sueños no soñados

de un futuro incierto.

 

Después de días de temor 

de angustias bien fundadas, 

de terribles penumbras

de amenazas muy claras. 

En este horizonte se atisba 

la esperanza 

como un rayo de luz 

que quiere alumbrar 

la nueva esperanza.

 

Tras tanto dolor 

que llevan nuestras almas 

se ve una tenue luz que anuncia

que aún hay esperanza.

 

Poco a poco la nueva realidad 

se refleja en las caras, 

poco a poco se va desdibujando 

los gestos de temor 

que cambian nuestras caras

de tanta pesadumbre 

a la nueva esperanza.

 

Las calles se ven 

cada día más animadas, 

en los parques se escucha 

el grito de un niño, 

que juega con el agua, 

y esos gorriones junto con las palomas 

de nuevo se hacen dueños 

de lo poco queda de su merienda.

 

Quizás este halo de luz

nos traiga la esperanza

y de que de nuevo soñemos, 

los sueños no soñádos

para seguir viviendo

sin temor al futuro 

sin añorar pasados.


1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

HOLA AMIGO. TE DEMORASTE EN VOLVER A ESCRIBIR. PERO LO HAZ HECHO MUY BIEN. LINDA Y REAL CADA PALABRA ESCRITA. CADA PENSAMIENTO PARA ESCRIBIRLA Y CADA MIEDO CONVERTIDO TÍMIDAMENTE, EN ESPERANZA. tE RECUERDO CON MUCHO CARIÑO. eVA