estamos, como bien tú sabes
en el mes este que, en esta
dimensión en que vivimos
le llamamos febrero.
Un mes al que se le tiene
por un poco loquillo.
será por sus variaciones
climáticas opino yo.
Si, este mes tiene connotaciones
especiales para ti y para nosotros.
Pues hace 42 años un 28 de febrero
domingo por más señas,
y que no era bisiesto
irrumpiste de pleno en nosotros.
solo un poco, un poquito,
hubieras tú nacido en marzo
un mes, en que se inicia
la tan esperada primavera
que siempre llega tarde
y no siempre se logra
lo que de ella tanto se espera.
Que recuerdos aquellos,
de cuando llegaste.
Después de tan larga espera,
de mucho acariciarte sin tocarte,
de hablarte y de decirte
que no te retrasaras
que estábamos muy nerviosos
ante tu eminente llegada.
Cuanta felicidad traites contigo,
que contento se puso tu hermano
que era aún muy niño.
Con que alegría por parte de todos
fuiste recibido.
Llegaste siendo un bebe chiquito
y te convertiste en un rey regente
junto a tu hermanito
que piso este mundo.
Para ti, un nuevo mundo,
al que llegaste,
en que siendo aún invierno
por primavera,
cómo ya he dicho un domingo
bien podría haber vendido.
Cantaban los jilgueros
haciendo sus nidos
y en las verdes praderas
triscaban cabras y ovejas,
cantaban los grillos.
Tenían ya flores los finos cerezos,
que sus galas se habían vestidos.
Siendo aún invierno
primavera yo hubiese creído.
Te criaste feliz y muy sano
un poco rebelde, como son los niños.
Muy cariñoso y muy amigo
de tus amigos y respetuoso
con aquellos que nunca lo han sido.
muy apegado al familiar nido.
Hasta que un día partiste
para hacer tu propio tejido.
Pero a tus padres seguiste muy unido.
Con tu hermano, para que decirlo,
la diferencia de edad
nunca fue un obstáculo,
pues los dos siempre fuisteis uno.
Con el paso de los años
pasaste de niño a adolescente
aprendiendo a conocer este mundo,
con sus positivos y sus negativos
y, como a todo humano
zancadillas te puso el mundo.
Te has ido muy joven sin
haberlo
querido.
No te dio la vida esa oportunidad
que te has merecido.
En nosotros un dolor muy grande
el haber vivido ver partir a un hijo.
necesitamos sentirte muy cerca,
como siempre te hemos sentido.
El poderte hablar, sentir tu cariño,
abrazarte muy fuerte, muy fuerte,
besarte, como cuando eras niño.
La gran emoción que aquel día sentimos
cuando nos dijisteis que seríais padres
y nosotros abuelos de un recién nacido.
exento de todo egoísmo.
cuando el mes se acaba,
Partiste muy solo por aquel camino
que nos toca vivirla, sin estar contigo.
Una enorme y pesada losa que nos lastra.
La vida lo quiso, que un día de octubre
también en domingo.
dejando en nosotros una nueva vida
Una frustración y un gran vacío.
Nuestro pequeño y querido hijo,
donde quieras que tú encuentres
estaremos siempre contigo, contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario