El tiempo
pasa, unas veces tan rápido
que apenas nos
damos cuenta
de que se nos
va de entre las manos,
somos
incapaces de detener el tiempo.
Tiempos
felices que no apreciamos, tiempos
que no nos
damos cuenta que los vivimos,
que los
pasamos.
Otras veces el
tiempo pasa tan lentamente,
que el tiempo
pesa cual una losa que nos retiene.
Tiempos de
nostalgias y depresiones,
tiempos que
odiamos que no sabemos
por qué ellos
vienen.
Llueve, es
invierno y en la calle hay poca gente,
paseo bajo el
paraguas que hace que sea invisible.
Veo caer las
gotas de lluvia en los charcos de la calle,
oigo rugir en
el río y contemplo la fuerza de la corriente,
observo cual
miles de luciérnagas
colgando de
las ramas inertes
de los
desnudos árboles del parque,
son gotas de
lluvia que se han quedado atrapadas
y permanecen
inertes.
Sigo caminando
la lluvia me acompaña permanentemente,
las calles
vacías, el parque sin gente,
algún gorrión
busca protección
debajo del
seto que rodea la fuente.
Y yo sigo
caminado, solo con mis pensamientos
sin mirar al
frente, es que voy pensando.
Llueve, el
tiempo que hoy pasa, pasa lentamente
él no tiene
prisa y la gente corre para protegerse
de la pertinaz
lluvia que cae, cae sin detenerse.
Mañana quizás
el tiempo pase,
pase sin que
nos demos cuenta,
pase el tiempo
sin detenerse,
quizás mañana
haga sol y quizás,
quizás mañana
sea jueves.
En el puente
me detengo a contemplar la corriente,
cortada por
los tajamares de la columnas del puente.
Su rugido me
impresiona, su fuerza es imponente.
Me gusta el
agua en calma, pero me deleita y me embelesa
el rugir y el
furor de la corriente.
El tiempo es
el caudal de un río, es; su variable corriente
unas veces
ruge y grita, corre, corre sin apenas detenerse,
otras camina,
camina tan lentamente que no se sabe si se mueve.
Y yo sigo
caminando bajo mi paraguas, pues llueve, llueve
y en la calle
y en el parque no hay, no hay hoy gente.
1 comentario:
Hola Rodri:
Me gusta mucho, que escribas.
Esta Hermoso.
Tu Amiga,
Eva Margarita
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