NOCHE
DE PASIÓN Y ENTREGA
Hay
quien dice que la aurora
nos
encontró abrazados
envueltos
en la penumbra
de
una noche que fenece
de
un día que se vislumbra
entre
las luces y las sombras
de
un cielo muy satinado.
Cabellos
revueltos,
cuerpos
sudados.
cuerpos
que son uno,
brazos
entrecruzados.
Cuerpos
velados con
sábanas
de seda,
cuerpos
acunados
por
la sutil brisa
que
entre los visillos se cuela
la
luz la mañana despierta
y
dice adiós a la noche
y
recibe al día que llega.
Fue
una noche de amor
en
que alumbraron luceros
y
rilaron las estrellas.
En
que la luna sintió,
sintió
celos de tanta pasión,
de
tanto ardor y entrega
de
acaudalado ardor de una
noche
casi eterna.
Fue
una noche de locura
sin
dobleces en la brega
fue
una noche muy completa
de
pasión y de entrega.
Fue
esa la noche mágica
que
sueñan cada pareja
con
ella sueñan los novios,
con
ella sueñan y sueñan
todos
los enmarados, todos
los
que con amar sueñan.
Dejaste
que acariciara tu cuerpo;
cada
cubil, cada poro,
cada
gruta y requiebro,
cada
rincón, cada grieta
que
descubrí en mi sueño.
Dejaste
que a tus oídos dijera;
palabras
muy dulce y tiernas,
palabras
que son arcanas
para
decirlas al oído.
oídos
que las esperan.
Palabras
que son tabú,
palabras
que se comentan,
palabras
que todos sueñan
con
decirlas al oído
de
la mujer con quien sueña.
Mis
labios humedecieron
cada
palmo de tu piel,
y
libaron las fragancias
que
brotan de las fuentes
de
tu ser.
Bese
tus labios, tu cara,
tus
ojos negros bese,
tu
ser, tu cuerpo gitano,
bese
tu figura de palmera
y
a tus sentidos llevaron
fantasías
y quimeras
que
ni en sueños yo las viera.
Pensar
en ellas pudiera
demostraste
yo mi amor
y
en ellos puse mi empeño
mi
cariño y mi pasión.
Al
amanecer del día
cuando
despertó la aurora
yo
dormido, tú despierta,
te
vestiste en silencio
y
en la mudez más completa
cerraste
la puerta aquella
y
con la aurora te fuiste
como
se va una ladrona.
Nunca
más te he vuelto a ver.
Nunca
jamás yo he sabido
quien
fue aquella ladrona
que
se llevó mi cariño
y
me dejo los suspiros.
Te
conocí yo a oscuras
de
una noche de verbena,
en
la penumbra aquella
donde
las cosas son negras.
Era
una noche de abril.
una
noche;
de
un abril de primavera.
A
veces dudo que fueses
realidad
o quimera
la
noche sé que existió
no
tengo dudas de ella.
A
veces pienso que fue,
un
sueño o una quimera
de
una noche de abril
que
nos trae la primavera.
Otras
veces también pienso,
que
nunca tuvo lugar
la
noche con la que sueño,
que
solo fue un sueño
que
te trajo a mis recuerdos.
Quizás
solo fue;
una
de mis fantasías
de
joven apasionado
que
ya suma primaveras
y
que al verano ha llegado
sin
encontrar el amor,
ese
amor tan soñado.
Quizás
solo fue un sueño
o
tal vez; un visión pasajera
de
noches de primaveras.
Fue
una noche de abril,
una
noche muy serena
en
la que la oscuridad
no
se quería marchar
por
ver la Aurora que llegar
antes
de qu el sol saliera.
Jamás
llegare a saber
si
fue un sueño o quimera
pero
que nunca me quiten
los
recuerdos que me quedan
de
la pasión y el ardor
de
aquella mutua entrega.
Fue
una noche de abril
en
que brillaron luceros
y
rilaron las estrellas
en
que la luna sintió; celos
de
tanto ardor, tanta pasión
y
aquella entrega sincera.
Fue
una noche de abril
de
la eterna primavera
1 comentario:
Hola Rodri: ¡Precioso!
Cada palabra hace que uno se reconcilie con la vida. Con el amor,
con uno mismo.
No ha llegado el invierno y ya sueñas con la primavera.
Gracias por sembrar ilusiones en los corazones de los que te leemos.
Gracias por escribir para el mundo.
Un abrazo de tu amiga Eva
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