30 oct 2013

UNA NOCHE DE PRIMAVERA



NOCHE DE PASIÓN Y ENTREGA

Hay quien dice que la aurora
nos encontró abrazados
envueltos en la penumbra
de una noche que fenece
de un día que se vislumbra
entre las luces y las sombras
de un cielo muy satinado.

Cabellos revueltos,
cuerpos sudados.
cuerpos que son uno,
brazos entrecruzados.
Cuerpos velados con
sábanas de seda,
cuerpos acunados 
por la sutil brisa
que entre los visillos se cuela
la luz la mañana despierta
y dice adiós a la noche
y recibe al día que llega.

Fue una noche de amor
en que alumbraron luceros
y rilaron las estrellas.
En que la luna sintió,
sintió celos de tanta pasión,
de tanto ardor y entrega
de acaudalado ardor de una
noche casi eterna.
Fue una noche de locura
sin dobleces en la brega
fue una noche muy completa
de pasión y de entrega.
Fue esa la noche mágica
que sueñan cada pareja
con ella sueñan los novios,
con ella sueñan y sueñan
todos los enmarados, todos
los que con amar sueñan.

Dejaste que acariciara tu cuerpo;
cada cubil, cada poro,
cada gruta y requiebro,
cada rincón, cada grieta
que descubrí en mi sueño.
Dejaste que a tus oídos dijera;
palabras muy dulce y tiernas,
palabras que son arcanas
para decirlas al oído.
oídos que las esperan.
Palabras que son tabú,
palabras que se comentan,
palabras que todos sueñan
con decirlas al oído
de la mujer con quien sueña.

Mis labios humedecieron
cada palmo de tu piel,
y libaron las fragancias
que brotan de las fuentes 
de tu ser.

Bese tus labios, tu cara,
tus ojos negros bese, 
tu ser, tu cuerpo gitano,
bese tu figura de palmera
y a tus sentidos llevaron
fantasías y quimeras
que ni en sueños yo las viera.
Pensar en ellas pudiera
demostraste yo mi amor
y en ellos puse mi empeño
mi cariño y mi pasión.

Al amanecer del día
cuando despertó la aurora
yo dormido, tú despierta,
te vestiste en silencio
y en la mudez más completa
cerraste la puerta aquella
y con la aurora te fuiste
como se va una ladrona.

Nunca más te he vuelto a ver.
Nunca jamás yo he sabido
quien fue aquella ladrona
que se llevó mi cariño
y me dejo los suspiros.

Te conocí yo a oscuras
de una noche de verbena,
en la penumbra aquella
donde las cosas son negras.
Era una noche de abril.
una noche;
de un abril de primavera.

A veces dudo que fueses
realidad o quimera
la noche sé que existió
no tengo dudas de ella.
A veces pienso que fue,
un sueño o una quimera
de una noche de abril
que nos trae la primavera.
Otras veces también pienso,
que nunca tuvo lugar
la noche con la que sueño,
que solo fue un sueño
que te trajo a mis recuerdos.

Quizás solo fue;
una de mis fantasías
de joven apasionado
que ya suma primaveras
y que al verano ha llegado
sin encontrar el amor, 
ese amor tan soñado.
Quizás solo fue un sueño
o tal vez; un visión pasajera
de noches de primaveras.

Fue una noche de abril,
una noche muy serena
en la que la oscuridad
no se quería marchar
por ver la Aurora que llegar
antes de qu el sol saliera.

Jamás llegare a saber
si fue un sueño o quimera
pero que nunca me quiten
los recuerdos que me quedan
de la pasión y el ardor
de aquella mutua entrega.

Fue una noche de abril
en que brillaron luceros
y rilaron las estrellas
en que la luna sintió; celos
de tanto ardor, tanta pasión
y aquella entrega sincera.
Fue una noche de abril
de la eterna primavera


1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

Hola Rodri: ¡Precioso!
Cada palabra hace que uno se reconcilie con la vida. Con el amor,
con uno mismo.
No ha llegado el invierno y ya sueñas con la primavera.
Gracias por sembrar ilusiones en los corazones de los que te leemos.
Gracias por escribir para el mundo.
Un abrazo de tu amiga Eva