MAÑANA,
QUIZÁS MAÑANA.
Dices
que buscas palabras con las que puedas decir
un
te quiero al que calla que está muy lejos de ti.
No,
por favor no, mejor tú no digas nada
y
deja que sea yo, quien se invente tus palabras.
Tus
palabras serán la luz del atardecer
en
esas tardes tan claras
en
las que se oculta el sol en arreboles de oro
y con corona de plata.
Tus
palabras serán y son; la brisa que a mí me habla,
el
aroma de la noche que está llena de esperanza.
La brisa de la noche que entra por mi ventana,
y
está llena de lindos sueños y de muy bellas palabras.
No,
no por favor tú calla, que las palabras más bellas
son;
las que se piensan y se callan.
Volverán
las noches tibias, con lunas llenas y claras
y
escucharas en tus sueños y escribirás tus palabras,
las
palabras, de el murmullo del mar cuando besa
el
arena de tu playa.
Y
oirás y escribirás, el aleteo de las alas
el volar de
la brisa de la noche que entra por tu ventana
y
se posa suavemente en tu rostro, que besa tu tersa frente,
acaricia
tus cabellos y vuela suavemente para que tú no despiertes.
Y
tú seguirás soñando e inventando palabras,
palabras
de amor y ensueño que un día tú le dirás
a
aquel a quien tú esperas que llegue
al caer de cada tarde cuando
el sol se pone
y abandone tu estancia al despuntar nuevo alba.
Pero
eso, eso será mañana,
si, quizás se haga ello realidad mañana.
Tú
mañana, cuando el sol se descuelgue
entre
arreboles rojos y coronado de plata.
1 comentario:
Mí querido amigo:
El comentario dejado por ti, gentilmente, en mi pequeño poema, Ahora, lo leo y me recreo, al verlo convertido en una hermosa poesía.
Gracias mi querido amigo. Por escribir como escribes. Siempre sabes llegar al corazón de quien te lee y sabes adivinar los sentimientos de aquellos que te admiramos y queremos.
Un gran abrazo amigo mío. Un gran abrazo, Eva.
Publicar un comentario