...OLVIDADOS. (A mis suegros y a todas las personas mayores)
He
escuchado
en un banco del
parque sentado
bajo un árbol
desnudo que espera
primaveras que
tardan y que no llegan.
He escuchado
recuerdos ya olvidados,
los recuerdos
de un pasado muy lejano,
cuando se han
olvidado los momentos
que ayer
vivimos y que hoy pasamos.
He escuchado
los recuerdos
de lejanas
primaveras que se fueron,
que unos días
muy lejanos se vivieran
con la ilusión
de los sueños ya soñados
que aún se
esperan,
que realidad quizás fueran.
Esos sueños que
tal vez nunca jamás
se cumplieran.
Y hoy ya no
recuerdan; las personas
que conocieron
hace un momento,
ni los hechos
que hoy han sucedido.
Esos parques
están llenos de los ecos
de evocaciones
de esos lejanos recuerdos.
Esos parques
están vacíos y muy huecos,
de los momentos
que ayer ellos han vivido.
En los bancos
solitarios de los parques,
en las tardes
soleadas del invierno,
se escuchan si
afinas el oído los recuerdos,
los recuerdos
que hace años se han vivido,
los recuerdos
viejos que hace tiempo olvidaron
y hoy de nuevo
son recuerdos recordados,
aunque, lo que
viven hoy, ya esté olvidado.
Cuántos
recuerdos,
que hacen tanto
se han vivido,
recuerdos que
hoy son recordados
con tanta
añoranza y con cariño.
Cuántas
cosas,
que hace un
momento han pasado
ya, han quedado
en el olvido
y es el
desespero y el sulfuro recordarlas
y no puedo.
Que ingrata es
la vida.
Cuando se es joven,
lo lejano se olvida
y recordamos lo
más cercano.
Cuando uno es
mayor ya tan solo
recordamos
los recuerdos
del pasado olvidados,
los recuerdos
de las cosas que vivimos
en los años ya
pasados.
Hace frío y los
mayores dejan solo,
muy solo los
bancos del parque y del olvido
los bancos bajo
el sauce del parque que desnudo
espera
impaciente la primavera tarda.
La primavera
que le traiga un traje nuevo,
que le traiga
el calor y tardes largas
para escuchar
durante horas y horas
la relata
de los
recuerdos olvidados de los años.
Ya no caminan
ni pasean ni miran,
simplemente recuerdan lo vivido
y piensan, que
poco ya les queda
de sus vidas
y piensan, que no
merece la pena recordad
y por ello, lo que viven, lo olvidan.
1 comentario:
Hola querido amigo:
Siempre tango motivos para admirarte. No solo escribes hermoso, sino que los dedicas a personas, también, hermosas: A tu esposa, a tus hijos, a tus padres, a tus suegros, a tus hermanos, a tus amigos.
Tienes un corazón grandísimo, y en cada verso, dejas ver tus sentimientos y también, tu amor.
Quieres, a todos, proteger, quieres que ninguno sufra, quieres que todos recuerden momentos vividos juntos y que ya no volverán.
Bien sabes que cada minuto vivido, es un minuto, que pasará hacer parte del pasado en ese mismo lapso de tiempo. Un minuto. Se puede decir, que ese instante vivido, Dura más, como recuerdo, que vivido.
Sonríe, suspira, y deja que todos esos recuerdos, si te hacen sufrir, o ser muy feliz, se los lleve el mar.
Y, vive cada instante de lo que resta de tu vida. Porque cada, vez que respiramos, es el principio de lo que nos resta de ella. Es el milagro y el misterio más sublime que existe: VIVIR… ¡VIVE!
Un abrazo como siempre, de tu amiga Eva
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